Clientes de Neutrogena presentaron una demanda colectiva contra la compañía, afirmando que una gama de productos de toallitas de limpieza de Neutrogena pueden causar quemaduras.
A Jaime Potts, una residente de Los Ángeles, le atrajeron los productos de Neutrogena debido a su reputación como ser seguros y sanos para la piel mientras ser eficaz. En función de este entendimiento, ella relata que compró productos múltiples de toallitas de limpieza de Neutrogena para su hija.
Supuestamente, su hija desarrolló una erupción, la descamación de la piel y una sensación de ardor de utilizar las toallitas, aunque ella las utilizó correctamente.
Según Potts, Neutrogena tergiversó estos productos como si fueran seguros. En particular, Potts se centra en la afirmación que la compañía omitió información clave que los productos pueden ser dañinos. También, ella nota que la compañía desmintió afirmaciones que el producto podría causar problemas de la piel.
La demanda colectiva declara que Potts fue lesionada económicamente por Neutrogena.
Supuestamente, ella dependió de las representaciones de la compañía cuando hizo sus compras. Ella enfatiza que si ella hubiera sabido que los productos podrían dañar a la piel, ella no los habrían comprado.
Según Potts, muchos otros clientes fueron lesionados similarmente porque dependieron de las representaciones de Neutrogena de sus productos.
Entonces, la demanda colectiva evalúa las varias declaraciones de la compañía que, según Potts, son engañosas.
Ella nota que se consideran que los productos son “bastante suaves para el uso alrededor del área sensible del ojo, incluso para ellos que usan lentes de contacto.”
Supuestamente, las instrucciones de uso de los productos informe a usuarios que “no hay necesidad de enjuagar” con agua después de utilizar los productos. Potts afirma que esto causo que consumidores creen que los productos son “tan benignos como agua.”
Además, la compañía anuncia sus productos como “probados por oftalmólogas,” “probadas por dermatólogos,” y “antialérgicos,” que, según Potts, da a consumidores la impresión de que los productos son aprobados por estos profesionales y se descubre que son hipoalérgenos.
Además de declaraciones en los anuncios y etiquetas del producto, consumidores dependen de la reputación de Neutrogena para entender que los productos son seguros. Potts nota que Neutrogena es conocido como “la marca del cuidado de la piel más recomendada por dermatólogos” (#1 Dermatologist recommended skincare Brand).
La demanda colectiva afirma que la compañía no sólo insinúa que los productos son seguros, pero también lo declara explícitamente, diciendo que los productos “no irritarán la piel.”
Según Potts, Neutrogena se hace eco de esta declaración en una variedad de maneras a través de anuncios del producto.
Sin embargo, las quejas de clientes indican que los productos no están a la altura de los anuncios e implicaciones, afirma la demanda colectiva.
Numerosos clientes supuestamente han declarado que fueron lesionados por el uso de las toallitas. Potts explica que las quejas de consumidores sobre estos productos se remontan tres años al menos, y incluyen casos de quemaduras químicas, sarpullidos, la irritación de la piel, la descamación de la piel, la desfiguración de la cara y otros problemas.
Potts sostiene que Neutrogena podría haber tomado medidas y debería haber tomado medidas a la luz de estas respuestas, pero no cambió nada desde la producción de los productos.
Ella dice que la compañía no añadió avisos de los efectos adversos posibles al producto, ni añadió avisos sobre los riesgos asociados con el uso repetido de los productos, aunque muchos consumidores afirman que utilizaron los productos repetidamente antes de tener problemas con los productos.
La demanda colectiva afirma que la compañía tenía, al mínimo, un deber informar a consumidores sobre los riesgos conocidos asociados con los productos. Las regulaciones federales supuestamente requieren que compañías provean tales etiquetas y declaraciones de aviso a sus consumidores.
Potts nota que Neutrogena se dice estar de acuerdo con la idea de transparencia, diciendo: “Queremos que te sientas bien sobre cómo hacemos productos Neutrogena. Sólo se puedes hacer eso si tienes los hechos.”
En cambio, la compañía omitió hechos esenciales, priorizando sus ganancias delante de la salud de sus consumidores y sus intereses financieros.
Potts sostiene que la compañía fue injustamente enriquecida por la venta de los productos. Ella pide daños y perjuicios de la parte de ella misma y de una clase de consumidores similarmente afectados.
En las últimas noticias sobre este asunto, la demanda colectiva se mudó al tribunal federal desde su presentación inicial.
¿Compró usted un producto de cuidado de la piel que causó una reacción adversa? Avísenos en la sección de comentarios.
Potts es representada por John J. Nelson de Finkelstein & Krinsk LLP.
La Demanda Colectiva sobre el Limpiador Facial de Neutrogena es Jaimie Potts v. Neutrogena Corporation, et al., Case No. 2:20-cv-06323, en el Tribunal de Distrito de los EE. UU. para el Distrito Central de California.
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